Corte (longitudinal) de papel con chorro de agua
Hace décadas que la tecnología de corte por chorro de agua se emplea para cortar papel. De hecho, este proceso reemplaza al desarrollo del método por chorro de agua con abrasivo que se emplea para cortar materiales más duros, por ejemplo piedra, vidrio y metales. Para cortar papel y alimentos, en lugar de un chorro de agua con abrasivo se utiliza solamente un chorro de agua pura. El chorro de agua limpia es muy fino (más que un cabello humano) e impide que el material cortado absorba el agua, con lo que mantiene la integridad del papel. Esta tecnología tampoco genera zonas afectadas por el calor y permite cortar con precisión y velocidad. Así pues, gracias a su eficiencia, el corte por chorro de agua ofrece a los fabricantes de papel una solución adecuada.
El corte por chorro de agua pura es la solución ideal para cortar (longitudinalmente) tramas de papel y plástico, así como paneles de cartón. Esta tecnología ya se utiliza ampliamente para producir papeles pintados y materiales de embalaje.
La máquina más común utilizada en este ámbito se denomina cortadora longitudinal, y se trata de una máquina de corte longitudinal equipada con uno o más cabezales de corte con agua pura. El material se transporta con una cinta transportadora y se corta mediante cabezales de corte situados encima de ella. A diferencia de lo que ocurre con los cilindros de cuchillas, el material no se desplaza y el proceso no genera polvo. Puesto que el material solo está en contacto con el chorro de agua durante una fracción de segundo, la calidad no se ve afectada. El método también es adecuado para cortar varias capas de material. En este caso, el operador debe asegurarse de que entre las capas no haya cavidades en las que pueda acumularse agua.
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